domingo, 25 de febrero de 2007

Los sabores de los meses

He estado pegado en frente del computador con casi 30º celsius derritiendo cada buena idea que se aventura a pasar por mi cabeza tratando de decidir acerca de qué escribiré en mi primera entrega... y de pronto lo he decidido!.

Muchos se preguntarán por el título del texto, pero cuando vayamos avanzando se darñan cuenta que no podría ser otro. Señores, les tengo una noticia de total irrelevancia: los meses tienen sabor. Claro que si, con cada mes que vivimos nos encontramos con ciertos elementos que si faltaran no serían lo mismo. Y no me refiero solamente al sabor, si no a muchos otros estímulos que definen la misma época, como olores, sensaciones, actividades... Todas estas cosas que nos hacen decir: "si, es tal mes", o "ya estaba tocando"... o hasta "no!, no otra vez!". Claramente estas situaciones nos permiten tener una suerte de seguridad frente al paso del tiempo, pero en esto ya me adentraré más adelante.

El más claro ejemplo de lo que estoy diciendo ocurre cuando llega el mes de Septiembre en Chile. El "Mes de la Patria" le llamamos, como si Chile hubiera pagado los derechos sobre este mes. Septiembre sabe a empanada de pino y huele definitivamente a papel higiénico. Díganme, ¿quién no come empanadas este mes?, ¿quién no va a una fonda y se toma al menos un trago de vino?... A pesar de estar hasta el cogote de entregas en la universidad, esperando el aguinaldo, cagándose de frío en las mañanas y muriendo de calor en las tardes sin saber que cresta ponerse cuando uno se viste, siempre se encuentra el momento para su asadito con los amigotes.

Pero septiembre no es todo color de carne asada. Siempre nos acompaña nuestro querídismo amigo el polen, o para los que viven por Macul con Grecia en nuestro adorado Santiago, los entrañables Plátanos Orientales. Y para qué mencionar siquiera ese vientecillo endemoniado que pareciera reírse a carcajadas de nuestros incontrolables estornudos y las narices rojas abundantes en Paseo Huérfanos. ¡Quizás alguien debería hacer un estudio comparativo en las compras de pañuelos desechables y rollos de papel higiénico y probablemente se llevaría una sorpresa cuando mirara septiembre!

Otro ejemplo de que los meses tienen características propias, casi como un ser vivo, está en los meses de vacaciones. No importa tanto si sea verano o invierno, el cine siempre es una buena opción (mayormente porque el aire acondicionado es bastante agradable y porque cuando llueve no hay mayor cosa que hacer excepto quedarse en la casa viendo malos programas de TV, leyendo o estudiando), y con cine siempre se empareja las inevitables cabritas y su bebida poca. Entonces estos meses saben dulce y tiene un olor dulzón que te envuelve... a veces es empalagoso!.

Ahora que ya he explicado la parte de los sabores, olores; de las características de los meses, procedo a explicar por qué nos dan cierto sentido de seguridad. A veces el tiempo parece relativo, hay momentos en que parece que un mes se hace eterno, a veces parece que te dieron un trabajo hace muy poco y ya tienes la entrega encima y no has hecho nada. Cuando estas cosas suceden tenemos la sensación de que el tiempo en realidad no es algo medible, no es algo de lo que podamos estar seguros... es como si pudiéramos saltar entre "espacios", sin tocar el "suelo" del tiempo (jo, parece que Einstein se está apoderandod de mi en este momento). Y por esto mismo a veces las características propias de los meses sirven como ancla para no desaparecer, volando como en el "Principito" entre planeta y planeta, para agarrarse de alguna parte... respirar hondo, acordarse de los olores, sentir en la piel el mes...

Me queda solamente una cosa por decir: aprovechemos los meses... pasan y no vuelven. Si bien son circulares (y podríamos tomar las ideas Nietzscheanas conr especto a esto), cada uno tiene variaciones infinitas que nos hacen disfrutarlos, sufrirlos, acariciarlos, de manera diferente cada vez que se presentan, como amantes distintas, como un vaso de merlot, de cabernet, de pinot. Tomemos el tiempo como una botella de vino, disfrutemos su cuerpo, su olor y su textura sabiendo que ese sorbo, esa copa, nunca jamás se repetirá. Es el encanto de ser humano.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm interesante reflexion mi amigo xi-fu (jajaja) ...

debo decir q me recordaste varias cosas, eso de los olores y colores y sabores me llevan a un viaje a los meses q mas recuerdos me han dejado, coincido en febrero, creo q debe ser mi mes favorito, porque? pues porque es mi mes de vacaciones, en los años anteriores es este el mes que viajo y el olor a manzanilla fresca me hace recordar la tranquilidad de un par de semanas viviendo practicamente al horario del estomago, sin preocupaciones, totalmente relax, y es un olor q siempre me ha traido el mismo recuerdo y espero jamas perderlo... este año cambiaron las cosas y de febrero solo tengo el recuerdo a un perfume, q es el mismo q me recuerda a enero ... y sobretodo el recuerdo del calor humedo en la noche uuufff si es un recuerdo algo erótico, pero asi es...y es casi incontrolable.
hay otros olores q tb me traen recuerdos como el olor a tierra y hojas mojadas... es como de julio, pasado el otoño y comienso de las lluvias, es uno de los cuantos olores q me encanta saber q estan todos los años ... y bueno obviamente que tambien el olor a bronceador es caracteristico de diciembre hasta que se acaba el verano, osea, hasta el fin de febrero ... pero me gusta mas el olor a arena y el aire que corre fresco en las mañanas y tardes con olor a mar ...
el olor a pinot...me trae tb uno de los recuerdos mas preciados de mi memoria, que por cierto es uno de los mas perfectos recuerdos y experiencias q he tenido...

si hablamos de sabores te puedo decir q el sabor a duraznos me recuerdan diciembre ...no recuerdo bien porqué ...


te debo confesar q soy amante de olores y sabores con gusto a recuerdos, soy una fiel vividora de recuerdos, obviamnete los mejores ... y podria estar escribiendo por horas describiendote cada sabor y cada olor de todos los meses jajaja pero tambien tengo como 30°C metidos en mi pieza y entre mi ropa, asi que mejor dejo parte de una buena conversacion para una refrescante cerveza y algunos fumarros para alguna otra oportunidad.

un gusto volver a leerte ...creo que esta ha sido la forma favorita de comunicarnos de un tiempo a esta parte, aunke preferiría otra.

nos volvemos a leer
un beso

Anónimo dijo...

bueno, ayer no tenía mucho tiempo para hacerte un comentario (y hoy tampoco), pero vamos a hacer el intento. Primero, debo decir que siento un poco de pena por el fotolog, que queka como una historia pasada, y aunque tu dices que vas a seguir subiendo fotos, yo creo que ya no va ser lo mismo saber de ti a través de ese espejo. Habrá que aprender a ver en este nuevo espejo, con lo cual no puedo dejar de acordarme de las historias de Borges, y sus laberintos de senderos que se bifurcan. Y me parece que este es un nuevo sendero que tomas, pero como eres generoso lo haces con una invitación para que te acompañemos. Y la invitación es cautivante. La idea de los "sabores de los meses" me recuerda la historia de los trabajos y los días, de no me acuerdo qué griego fue que lo escribió, pero que seguramente sería del gusto de tu apreciado don Federico. Bueno, no te lateo más, pues aki esa es función tuya. Un abrazo y suerte!

alitamoras dijo...

El post anterior es de un fantasma llamado gianbattista que se hace llamar Yambo??

A mi me gustan las temporadas de las frutas. Nunca tengo muy claro sus fechas pero las huelo cuando voy a la feria de los jueves.

Pasajero dijo...

ohhh la feria!!

eso si q es pre-moderno!!... es como una brisa refrescante :P