domingo, 16 de diciembre de 2007

Quien Soy

Cuando a uno le preguntan quien es uno suele responder un nombre. Pero el nombre no es uno; el mapa no es el territorio. ¿Qué puedes responder frente a esta pregunta capciosa?.

"Soy".

Si, "soy". Lo sé. Yo sé que "soy". Los otros también saben que "soy", pero de la manera en que ellos creen que "soy". Yo creo que "soy" de una manera también específica, no creo que más o menos acertada que el "soy" que tienen terceros de mi. Entonces cuando te preguntan "quien eres" no puedes responder desde tu "soy" porque probablemente no sea exactamente el mismo "soy" que otros ven.

"Soy" no es suficiente.

¿Qué hacer en esta situación?. Hay ciertas escuelas psicológicas y filosóficas que defienden una cierta personalidad, una organización dinámica, en el interior del individuo, de los sistemas psicofísicos que determinan su conducta y su pensamiento característicos. Hay otras que proponen que la personalidad no existe, que somos solamente un conjunto de aprendizajes (algunos más fáciles que otros gracias a nuestras predisposiciones genéticas) los cuales cambian frente a situaciones y a medios específicos... ¡Pero siguen habiendo muchos "soy" dependiendo de las perspectivas de mis conductas!.

Al final, entonces, uno sólo puede hablar de su "soy". ¡Pero esto también es difícil!. Mi "soy", para mi, es las cosas que hago, las cosas que me permiten reconocerme a mi mismo, las cosas que me gustan y me disgustan, etc.

Entonces, ¿quién soy?...

Para empezar "soy" crítico, muy crítico. Me gusta la crítica ácida, descarnada, me motiva a criticarme y criticarlos. Me gusta ese ejercicio intelectual. Lejos lo que más me gusta es mirar, sentir, oler, degustar. Todo esto me permite escribir y disfrutar de nuevo cuando leo lo que escribo. En verano me encanta tenderme en las plazas y estirar la mano hacia el cielo, tratando de agarrar una nube. ¡La perspectiva hace maravillas!. Me gusta el olor a libro viejo, el sabor de la primera empanada de Septiembre, el frescor de la cerveza en un día caluroso, el viento tibio de verano de Paseo Ahumada a las 8 de la noche, la primera lluvia tímida de abril. Me encanta la fantasía y el arte, pero a su vez amo la ciencia aterrizada, las cosas que simplemente son y se disfrutan así nada más, sin mayores pensamientos ni lógicas ni inconcientes. Me gusta hablar de política, religión y fútbol. Me gustaría poder quedar bien con todos. Cuando me mosquean me molesto rápidamente, quiero destruir a mi (supuesto) agresor a punta de comentarios de los que después suelo arrepentirme. Prefiero pedir perdón que pedir permiso. No creo en muchas cosas, pero en las cosas que creo las defiendo con garra. Quiero a pocas personas, pero a las personas que quiero las amo. Odio a muchas personas, pero es muy posible cambiar eso. Me gusta reírme fuerte hasta llorar. Me gusta llorar cuando veo una película triste, cuando me emociono (que es seguido) y cuando abro mi corazón a otro. Siempre miro a los ojos cuando hablo con otra persona.

Parece que, dentro de todo, "soy" un hombre simple.

martes, 4 de diciembre de 2007

¿?

El otro día leía un texto que resumía los aportes de cierto teórico de la psicología humanista, en este momento no recuerdo si Maslow o Rogers. El texto decía que, si bien su aporte teórico no tenía una base exactamente empírica, hizo muchas preguntas que cambiaron la manera de ver la psicología y su aplicación clínica. Quizás yo soy muy cuadrado (lo que es altamente posible) o de verdad no hay lógica en el mundo, porque de verdad creo que si uno hace una pregunta (al menos en tanto cuanto ciencia o filosofía) usualmente intenta dar una respuesta desde una construcción:
  1. meramente lógica
  2. empírica
Entonces, ¿qué utilidad (desde la ciencia o la filosofía) tiene preguntar si vas a dejar solamente la pregunta?, ¿es digno de valor plantear una pregunta trascendente y esperar que otros la respondan?.

Y, obedeciendo mi planteamiento inicial, responderé esas preguntas:

No, no creo que tenga total valor hacer preguntas y esperar que otros las respondan. Sin duda preguntarse acerca de... bueno... todo, es necesario para el avance científico, filosófico y técnico, pero la pregunta es solamente útil cuando se encuentra una respuesta. Me parece importante a su vez reconocer que no cualquier persona se pregunta acerca de las cosas realmente importantes, pero dejarlo ahí me parece, por lo menos, mediocre. Es por eso que digo que carece de valor "total" el preguntar sin responder...

Pero si Maslow o Rogers se preguntó tanto y ahora es tan importante, podríamos preguntar un montón de cosas. A ver si en el futuro alguien se digna a responderlas y me ponen en un libro diciendo "si, este tipo se preguntó acerca de esto. ¡Pero qué ejemplo de hombre!".

Preguntas:

  • ¿Cómo es posible que hasta el día de hoy se enseñe en profundidad la teoría psicoanalítica freudiana (hace tiempo sumamente obsoleta) en las universidades, si con una mirada somera que permita reconocer los términos principales y la manera en que estos abren el paso al resto de la psicología del siglo XX bastaría?
  • ¿Por qué la "élite" de la humanidad no puede poner el bien común, el bien natural de la Tierra, por sobre su bien personal? ¿Es que acaso sus madres no los amamantaron de bebés, hijos de puta?
  • ¿Cuál es la necesidad del hombre de creer en lo que nunca ha visto (y de llevar al grado de "virtud" este insulto al intelecto), de inventar explicaciones esotéricas y dogmáticas que entorpecen cualquier avance empírico para aquello que es misterioso?
  • ¿Por qué la cultura occidental condena tanto el placer si es tan agradable? ¿Acaso fuimos fundados en la más tierna infancia de la humanidad occidental por psicóticos de mierda?
  • ¿Por qué mejor no me voy a la chucha y termino esta entrada pajera?
Ahí está mi legado a la humanidad.

PFFFFF!

Saludos!

martes, 20 de noviembre de 2007

El Mito del Psicoanálisis. ¿Ficción o Realidad?

El psicoanálisis es la obra maestra de los largos años de represión psicológica que vivió la Europa del siglo XIX. Entendamos represión psicológica como la que podemos ver en “1984” de Orwell con su Policía del Pensamiento, que implica un tajante “no” al goce sexual, una sociedad patriarcal autoritaria sin salida, un abismo lleno de monstruos enarbolando la bandera de la virtud como estandarte de guerra. Es cosa de pensar simplemente en la literatura contemporánea a Freud para recordar pasajes oscuros de Kafka, Hesse y Nietzsche (todos, sorprendentemente, alemanes), que hablan de la inutilidad de las claves sociales, de la oscuridad en que se encuentra la sociedad europea, y a su vez también recordar que a veces los mismos autores se convertían en personajes dignos de novela y drama. Entonces, ¿qué tanto de ciencia y qué tanto de literatura tiene el psicoanálisis?

En la opinión de Roudinesco en su libro “Por qué el Psicoanálisis” (2000) la concepción trágica del hombre eleva al psicoanálisis sobre otras escuelas como el conductismo, el que propone un “hombre conductista, pobre criatura partidaria del cientificismo inventada por los adeptos al cerebro-máquina” (Roudinesco, 2000. p. 105). Independiente de lo que pueda decir acerca de la enardecida crítica que hace el autor a la escuela de Watson, que me recuerda a su vez el primer ensayo que realicé acerca de la violencia académica, es interesante constatar que el hombre, para el conductismo, en efecto no es trágico, se le despoja de esa trascendencia lírica para obtener una supuesta objetividad.

Freud mantiene la idea de tragedia en el sentido clásico de los griegos dando a sus teorías nombres de grandes personajes ficticios, tales como “Edipo Rey” de Sófocles, y utilizando también ideas propias de los grandes dramas de la historia literaria como “Hamlet” de Shakespeare (Roudinesco, 2000). El simbolismo literario que aparece en el psicoanálisis de Freud, y que más adelante prosigue con Lacan, rescata esta visión trágica en contraposición al “culto hedónico del poder identitario para promover un sujeto liso y sin rebaba, encerrado por completo en un modelo físico-químico” (Roudinesco, 2000. p. 106).

En cuanto a la crítica acerca de si el psicoanálisis pertenece a la filosofía de la ciencia, Roudinesco (2000) defiende a la teoría diciendo que Freud siempre estuvo revisando sus teorías, y así mismo también los teóricos que le siguieron: Melanie Klein, Anna Freud, la Self Psychology americana y Jaques Lacan.

Lamentablemente no todo es perfecto dentro del psicoanálisis. Los postulados kleinianos de la escuela inglesa cayeron relativamente cerca de los cimientos del psicoanálisis freudiano, pero con una nueva tierra fertilizante buscaba “mostrar cómo se organizaba la actividad fantasmática precoz según los tipos de relaciones de objeto” (Roudinesco, 2000. p. 108). De esta manera fue Klein “la primera en revelar lo que ya estaba reprimido en el niño: el bebé” (Roudinesco, 2000. p. 109).

Otra de las semillas que creció en suelo extraño fue la Self Psychology de Heinz Kohut. En vista del hundimiento del psicoanálisis norteamericano en el pragmatismo y el dogma, inventó una nueva tercera vía que consistía en pensar los trastornos de la subjetividad en función de los problemas relacionales ligados a la evolución de la sociedad (Roudinesco, 2000). Como un comentario histórico-geográfico, la self psychology tiene a mi parecer ciertos rasgos compartidos con las escuelas conductistas norteamericanas, especialmente en la atención que se le pone al ambiente. Quizás el hecho de que las dos teorías nacieron en Estados Unidos bajo una percepción anglosajona de la ciencia, modificó de manera parecida las teorías freudianas clásicas.

Lacan reestructura el modelo edípico clásico cuando habla de los “complejos familiares” en su primer gran artículo, en donde pintaba un sombrío cuadro de la familia occidental (Roudinesco, 2000). A diferencia de Klein, Lacan revalorizó al padre en el complejo de Edipo, y es por esta razón que se encuentra más cercano a las posturas freudianas clásicas que a las de la escuela inglesa. Quizás el que fuera francés no es tan irrelevante como parece. La función simbólica toma en este teórico gran potencia e importancia, y de esta manera integra lo filosófico al discurso biologicista de Freud (Roudinesco, 2000). Como vemos, la idea del hombre trágico se mantiene profundamente en la teoría lacaniana ya que, a pesar de que el hombre es revalorado en la resolución edípica, se le atribuye a la mujer “un poder infinito. Por su goce, ésta sería, según Lacan, ‘sin límites’ y, por (su) maternidad, ejerce sobre el hijo y sobre el padre un poder considerable” (Roudinesco, 2000. p. 113)

Teniendo en cuenta la manera en que se ha desarrollado el psicoanálisis, desde sus mayores exponentes en el siglo XX, estoy tentado a cuestionarme si esta teoría es tal o más bien pertenece a otra rama del quehacer humano. Quisiera entonces preguntar, volviendo a los autores mencionados en un comienzo, si existe un lazo o tema común que los englobe en un conjunto. Me parece que decir que la visión trágica del hombre es la opción más obvia para explicar su parecido, opinión casi imposible de rebatir a la luz de libros tales como El Proceso, El Lobo Estepario, El Ocaso de los Ídolos y por último, pero no por eso menos importante, El Malestar en la Cultura (Freud, S. 1929). Todos estos textos tienen en común la idea de una humanidad oscura y decadente, víctima y causa a la vez de todos sus sufrimientos. Probablemente la época insegura que vivía Alemania y sus países vecinos inspiró gran parte de estas obras y asimismo la sensación de decadencia y tragedia que leemos tanto en Freud como en los demás autores mencionados.

A pesar de la obviedad de la comparación, no es menor el resaltar a estos autores ya que vemos que las teorías de Freud efectivamente coinciden no solamente con las teorías biologicistas de la época, si no que además parecen coincidir, al menos en su parte filosófica, con la literatura contemporánea. Si bien el psicoanálisis freudiano intenta asirse de una base biológica para ser considerado una ciencia positiva, la visión trágica del hombre lo condena a su vez a un piso distinto. Más cercano a la filosofía y a la literatura, el psicoanálisis también utiliza, como hemos mencionado, a personajes míticos para dar nombre a sus complejos (Edipo).

Pero no es hasta que analicemos la autobiografía de Freud que comprenderemos la natural cercanía que goza el psicoanálisis con la literatura en vez de la artificial familiaridad que intenta establecer con la ciencia. A su vez, para continuar el análisis, debemos nombrar a Joseph Campbell, quien escribió una tesis concerniente al viaje del héroe, en donde describe el camino que debe recorrer el personaje mítico de las leyendas para convertirse en héroe. Campbell se dio cuenta de que este viaje se repetía en los mitos de la mayor parte de las culturas que estudió, por lo que dividió este camino en doce estadios (Campbell, 2005).

En el primer estadio se describe el mundo ordinario en donde el héroe vive antes de que comience la historia (Campbell, 2005). Me parece que los primeros párrafos que dedica Freud a hablar acerca de su vida familiar antes de entrar a la universidad podría ser equivalente a esta fase del mito (Freud, 1934).

El segundo y tercer estadio del viaje corresponden al llamado a la aventura y un primer rechazo (Campbell, 2005). Quizás podríamos decir que la aventura de Freud empezó en la facultad de medicina y que carece realmente de rechazo alguno. Pero si ponemos los estudios de Freud bajo una lupa podremos darnos cuenta que su interés por la biología no fue inmediato, ya que en un principio deseaba ser abogado. Incluso fue cuando sus estudios se encontraban más avanzados que se interesó en el sistema nervioso, pero no todavía en la psique (Freud, 1924).

El cuarto paso del viaje es conocer al mentor que canaliza y da direcciones al joven héroe, todavía desvalido (Campbell, 2005). Es cierto que en este punto las cosas comienzan a complicarse, ya que Freud tuvo varios maestros que le llevaron finalmente a crear el psicoanálisis. En una primera instancia está su “venerado maestro” (Freud, 1924. p 2763) Ernesto Brücke, con quien trabajó y aprendió del sistema nervioso humano y su anatomía. Pero fue Charcot el que le llevaría al quinto estadio del viaje: el cruce del primer umbral. Es en este momento del viaje en que el héroe abandona definitivamente su mundo normal para incorporarse al mundo mágico (Campbell, 2005), en el caso de Freud el mundo de la psique.

En el sexto estadio el héroe se encuentra con pruebas, aliados y enemigos; de esta manera aprende las reglas del mundo místico que acaba de descubrir (Campbell, 2005). Me parece correcto decir que un gran aliado de Freud fue Breuer, pero su mayor aliado fue su esposa, quien estuvo con él hasta el fin de sus días y a quien, por lo leído, amaba profundamente. Es de hecho después del viaje a Francia, en donde conoció a Charcot, que se casa finalmente con Martha, su prometida. Desde la autobiografía de Freud podemos reconocer muchos enemigos en su viaje, siendo sin duda el más emblemático la Sociedad de Médicos de Viena (Freud, 1924).

El séptimo estadio es el acercamiento del héroe a su meta, lleno de éxitos (Campbell, 2005). Después de que Freud estudiara con Charcot se dio cuenta de que hay algo dentro de las personas que no es conciente la mayor parte de las veces. También tenemos los estudios que realizó con Breuer acerca de los fenómenos histéricos (Freud, 1924). Si bien su lucha con la hipnosis resultó en el abandono de éste, le lleva a nuevas técnicas que eventualmente serán la base del psicoanálisis y de las fases de la entrevista psiquiátrica (Freud, 1924). Esa lucha corresponde al octavo y noveno estadio del viaje, en donde el héroe encuentra una prueba difícil que lo lleva al borde de la muerte, pero termina con una recompensa (Campbell, 2005).

El camino de vuelta corresponde al décimo estadio y tiene que ver con la normalización de la vida del héroe (Campbell, 2005). Quizás esto tenga que ver con el asentamiento de Freud en Viena ya como psicoanalista. Al formar su círculo de discípulos me parece que el psicoanálisis obtiene un estado basal de normalidad, en donde se discute acerca de la teoría y se mejoran las ideas iniciales freudianas.

El onceavo estadio es peligroso ya que el héroe se enfrenta una vez más a la muerte y debe usar todo lo aprendido para superar esta última prueba (Campbell, 2005). En el caso de Freud y el psicoanálisis, me parece que esta fase se refiere ya a los años de su vida en donde tuvo que vivir los horrores de la guerra, al perder un hijo en la Primera Guerra Mundial y al tener que escapar de la Alemania nazi hacia Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial. Pero este mismo hecho le permite a Freud proseguir con su teoría, proponer la segunda tópica y mejorar la teoría de los instintos, además de llevar el psicoanálisis a Inglaterra, en donde Melanie Klein crearía otra forma de ver el psicoanálisis. De esta manera alcanza el último escalón en el camino del héroe: el regreso con el elíxir y su uso para ayudar a todos en el mundo normal y ordinario (Campbell, 2005).

Si se me permite, como hasta ahora, la licencia de seguir homologando la historia de Freud y su teoría con el viaje del héroe, me atrevería a decir que para Freud (y para la historia) este elíxir es el psicoanálisis en si. Esta teoría que, independiente de si es acertada o no, permite al resto de la psicología desarrollarse como lo ha hecho a lo largo del siglo XX. Sería sumamente parcial de mi parte negar su influencia en el nacimiento de todas las demás escuelas psicológicas, desde el antagonismo hasta el protagonismo que pueda tener.

Quizás Freud tenga ciertos rasgos megalómanos al considerarse el héroe y protector del psicoanálisis, pero no deja de sorprender la manera en que la historia del psicoanálisis se asemeja tanto a un viaje mítico, de esos que podemos ver en los cuentos folklóricos de casi todas las culturas. Es por esto que, finalmente, me atrevo a decir que el psicoanálisis, independientemente de su afiliación a la ciencia, de la construcción de su teoría y de la aplicación clínica que pueda tener, sin duda goza de una rica mitología y un gran lazo con la literatura, desde su teoría hasta su autor.


Referencias Bibliográficas.
  • Campbell, J. (2005). El héroe de las mil caras: psicoanálisis del mito, Madrid: Fondo de Cultura Económica de España.
  • Freud, S. (2003). Autobiografía. En S. Freud, Obras Completas (pp. 2762 – 2800). Madrid, España: Editorial Biblioteca Nueva.
  • Freud, S. (2003). El malestar en la cultura. En S. Freud, Obras Completas (pp. 3017 - 3067). Madrid, España: Editorial Biblioteca Nueva.
  • Roudinesco, E. (2000). El Hombre trágico. En E. Roudinesco, ¿Por qué el psicoanálisis? (pp. 105 – 114)

domingo, 21 de octubre de 2007

Existencialismo nihilista reinterpretado-revisado-reloco

Hoy me siento existencialista.

Es gracioso cuando dejamos las cosas que nos gustan o que queremos hacer para después. Lo triste es que lo hacemos muchas veces para hacer otras que no nos gustan tanto o no nos gustan en absoluto. Digo esto porque pienso, en mi más típica línea nietzscheana, que simplemente nacemos por azar y, al llegar el momento, cerramos las puertas de la vida consciente para no volver jamás.

El lector simplista pensaría rápidamente acerca de lo sombría que es la existencia en ese caso... y no lo culparía. El miedo al cese de la consciencia nos persigue como un lobo cazador. Pero este mismo miedo, al menos en mi caso, se convierte en fuerza motivadora. Éste es nuestro único baile... y hay que aprovecharlo. No estoy diciendo nada nuevo, "carpe diem".

Nietzsche y toda su línea nihilista puede fácilmente interpretarse como una filosofía existencial "vacía" (no por falta de argumentos o desarrollo teórico, si no por el "vacío existencial" en que deja al hombre, despojado de sentido y fin), pero si a esa misma visión crítica del hombre agregamos la motivación antes dicha pasa de ser un sombrío pensamiento a una fuerza interna que, me parece, nos acercaría más a la plenitud, al ubermensch... quizás no en el sentido estricto nietzscheano, pero si en un sentido más cercano a la aceptación del propio goce y del hecho de disfrutarlo. Las filosofías existencialistas que promulgan un "más allá" usualmente posponen el goce para, a mi parecer, un baile que jamás llegará. Me dan un poco de rabia esas corrientes... ¿si no ahora, cuando?... ¿y si ese "cuándo" no llega, me devolverán la única oportunidad que tuve de hacerlo?...

A veces pienso que el nihilismo tiene más de hedonista que de otra cosa. ¿Si no hay nada después, qué me impide hacer lo que yo quiera, lo que me de placer en el momento en que yo lo desee?. Y es en este sentido que vuelvo a retomar la analogía del baile. Sin duda la expresión corporal debe ser fluída y, para eso, personal y subjetiva... pero si recordamos los bailes de salón siguen cierta pauta que los hace bellos. Esa belleza sublime va de la mano de la amalgama divina del orden y el caos, lo objetivo y lo subjetivo, lo externo y lo propio. De la misma manera debemos saber como movernos por la vida, si es un vals o si es cualquier otro tipo de baile, adaptándonos sin olvidar nuestra esencia única, que le da un tinte propio al baile.

No pienso que sea pesimista al adoptar la idea nihilista de la finitud de la existencia o de la carencia de sentido, pienso más bien que me permite disfrutar mi vida más que muchas otras personas, cada beso, cada interacción, cada respiración es única e irrepetible... y es por eso que no me avergüenza, ni ahora ni nunca, el goce (propio o ajeno) en todos los aspectos de la vida (sin olvidar también que para que sea bello hay que, a veces, seguir algunas pautas consensuadas como mencioné en el párrafo anterior).

Ver la belleza en el momento, que se extiende o termina, pero nunca termina ralmente. Si volvemos (irónicamente) a Nietzsche y reinterpretamos su mito del eterno retorno comprenderíamos también que nos es imposible escapar del ciclo, y en esa imposibilidad está la belleza. Nuestro goce está predestinado a volver a suceder una y otra vez, no ignorando el sufrimiento si no integrándolo como parte del goce de vivir, de sentir el dolor, de llorar por un ser amado (¿cómo sabríamos si no que lo amábamos?), y así una y otra vez.

Me parece justo entonces reivindicar a Nietzsche y decir que la muerte no es el cese de la consciencia, que la muerte como tal realmente no existe, ya que siempre dejamos estelas de nuestro baile, rayones imperecederos en el gastado suelo de la vida, huellas en los corazones de la gente que nos amó o trabajos y pensamiento que compartirán otras personas. La muerte marca el término de nuestro baile pero también indica al próxmo bailarín su momento de danzar... quizás tome algo de lo que vió de nuestro baile, quizás no, en realidad no importa mayormente. Lo que importa es haber disfrutado y gozado el baile que se dió, porque como dije, no creo que haya un segundo.

Saludos

lunes, 17 de septiembre de 2007

Pesimismo y Criticismo

Me han dicho que mi visión de la vida era "vida = mierda". Esto me molestó un poco, no tanto por la desfachatez de dictar con tan poca elegancia una respuesta existencial que no cuadra en absoluto con la real, si no por la confusión de pesimismo con criticismo. Claramente esta situación es totalmente común, e incluso perdonable, pero me molestó el que se malinterprete algo que considero una gran virtud (maldita enseñanza jesuíta) como algo tan gris y falto de sentido como el pesimismo.

El espíritu crítico, señoritos, nos permite mejorar las cosas que necesitan ser mejoradas (incluso las que provienen de nosotros mismos, y debo aceptar que este aspecto me cuesta enormemente) y nos obliga a prepararnos para cualquier eventualidad, que dicho sea de paso son muchas cuando se intenta hacer algo realmente bien. Por otra parte el pesimismo es decir "todo va a estar mal", y quedarse ahí, no pensar en soluciones, no ser proactivo... el pesimismo crea problemas, el criticismo los descubre y busca soluciones.

Soy, orgullosamente, un crítico de la vida.

lunes, 20 de agosto de 2007

Ser-en-el-mundo y organismo: ¿Enemigos irreconciliables o conceptos afines?

La concepción de persona y el objeto de estudio en la psicología contemporánea han estado en estrecha relación, muchas veces desencadenando revoluciones paradigmáticas que han llevado a la creación de nuevas escuelas dentro de la misma disciplina. A pesar de esto es importante considerar las concepciones y creencias básicas de cada escuela y compararlas entre si. Es opinión del autor que, dejando de lado las preferencias paradigmáticas del caso, quizás la brecha entre la concepción de organismo y de ser humano fenomenológico-existencial no es tan distante como se piensa.

Ronald Laing, por otra parte, piensa distinto. En su texto “El Yo Dividido” habla desde sus estudios clínicos de la psicosis para argumentar que la visión de organismo de algunas escuelas psicológicas aíslan del mundo, es decir, que no tratan al ser humano como un ser en relación con otros, sino como una cosa distinta, separada de los demás (Laing, 1960). El dualismo mente-cuerpo, psique-soma, psicológico-físico, apunta a la despersonalización entendida como el resultado de dividir al hombre en cosas que no es, siendo su verdadera existencia el ser-en-el-mundo (Laing, 1960), “a esta dificultad se enfrenta no solamente la metapsicología freudiana, sino también cualquier psicología que comienza con el hombre y una parte del hombre abstraídos de su relación con otros en el mundo” (Laing, 1960. p. 15). Siguiendo esta misma línea de pensamiento, el autor propone dos gestalts para el hombre, la persona y el organismo, siendo la primera la correcta integración de su ser-en-el-mundo y la segunda correspondiendo a “un sistema físico o químico complejo, con sus propias idiosincrasias quizá, pero no por ello menos químico” (Laing, 1960. p. 17), y concluye que “la relación de uno con un organismo es distinta de la relación con una persona” (Laing, 1960. p. 17).

Desde esta perspectiva Laing propone que la concepción despersonalizante del ser humano visto como un organismo, reifica al hombre e impide un buen tratamiento de los psicóticos, que de por si viven en un proceso despersonalizante, escindidos de sus relaciones con el mundo, es decir con una mala integración de su ser-en-el-mundo (Laing, 1960). A su vez propone una manera de tratar al psicótico a través de la comprensión, o del amor como menciona, esfuerzo valioso en sí mismo (Laing, 1960). Por último señala que “debemos reconocer, incesantemente, su carácter distintivo, su diferencia, su separación, su soledad y su desesperación” (Laing, 1960. p. 34) ya que la comprensión entendida como la experiencia de sí mismo que tiene el psicótico seguirá siendo incomprensible para nosotros, terapeutas (Laing, 1960).

Más adelante Laing habla acerca de la inseguridad ontológica, que refiere al terror y al miedo que mantienen los psicóticos a la relación y a la aceptación de su ser-en-el-mundo. Básicamente hay tres miedos con respecto a esto: miedo a ser tragado, a la implosión y a la petrificación y despersonalización. Estos terrores tienen que ver con el miedo a dejar de ser persona a través del trato con el mundo que tiene el hombre, en la relación que existe entre personas considerando sus propios ser-en-el-mundo (Laing, 1960).

El autor termina presentando dos casos que apoyarían su teoría, y a pesar de que se podrían interpretar a su vez desde el psicoanálisis, Laing descalifica esta posición aludiendo a la aparente circularidad que parecen tener las explicaciones desde el inconsciente.

Si consideramos los supuestos que sostiene “El Yo Dividido”, la distinción entre organismo y persona como ser-en-el-mundo, resaltará frente a los otros supuestos, ya que es la base de la despersonalización que tanto critica el autor y que estaría tan arraigada en la psicología contemporánea. En lo personal creo que la concepción de organismo no excluye, de ninguna manera, la concepción de persona que sostiene la filosofía fenomenológica-existencial e incluso, desde un punto de vista conductista, integra la relación que tiene el organismo con el mundo, entendido como ambiente para la psicología conductual (Bélanger, 1978). De hecho el conductismo tampoco aplica el dualismo cartesiano a su paradigma, ya que el organismo es uno sólo a pesar de que disponga de procesos biológicos internos (conducta molecular) y de procesos interaccionales externos (conducta molar), siendo estos últimos, a mi parecer, sumamente parecidos a lo que se refiere la fenomenología-existencial con la capacidad de ser-en-el-mundo del hombre (Bélanger, 1978). No existe la distinción de mente-cuerpo, psique-soma, psicológica-física de la que habla Laing, sino que mas bien la psicología conductual se ocupa de la conducta, entendida como un cambio o estado fisiológico y una relación entre este estado o cambio y el entorno exterior del organismo (Bélanger, 1978).

Desde mi visión, el organismo es un todo, y para poder explicar[1] la conducta de este organismo debemos considerarlo como un todo integrado, biología e interacción, y de ninguna manera como un ente escindido del mundo o del ambiente en que se mueve. Quizás la inapropiada interpretación que, a mi parecer, sufre el término de organismo, y por consecuencia el conductismo en general, es que se le considera excluyente y divisivo. Nada más lejos de lo que organismo significa. Bélanger (1978) sostiene que:

El hombre es un animal que vive en un entorno. Reacciona frente a este entorno y actúa sobre él a través de sus conductas. De hecho, el hombre es parte de su entorno: El de los otros, en el caso del entorno social; y el suyo propio, puesto que el hombre es parte integrante de la naturaleza. Sólo se puede comprender al hombre situándolo en su entorno y viéndolo actuar en este entorno. (p. 8)

Como podemos ver, el concepto de organismo apunta a la consideración tanto de lo interno, aún cuando en el caso del conductismo sea biológico, y lo externo, lo interaccional.

Creo que también es de importante consideración aclarar que si bien estas dos concepciones del hombre, organismo y ser-en-el-mundo, a pesar de que tienen muchos puntos que las hacen parecidas son, de hecho, diferentes. Estas diferencias son producto de sus “objetos de estudio”[2], y es en este punto en donde quizás la mala interpretación surge. Laing (1960) nos dice que “la fenomenología existencial trata de caracterizar la naturaleza de la experiencia que una persona tiene de su mundo y de sí misma” (p. 13), mientras que el objeto de estudio de la psicología conductista es “la conducta, animal y humana” (Bélanger, 1978. p. 4) y por lo tanto, siguiendo con las ideas de Bélanger, la conducta debe ser explicada en términos de conducta[3], estímulo o situación y organismo. En ninguna parte del último enunciado hay un “sí mismo” explícito y hasta pareciera que lo único de humano - organismo - se toma como una simple variable en la generación de la conducta. Pero esta interpretación es errónea hasta cierto punto. La idea de organismo para Bélanger (1978) supone una:

Noción de individuo e implica tanto la idea de diferencias inter-individuales (el hecho de que diferentes organismos emitirán, por ejemplo, diferentes respuestas frente a un mismo estímulo) como la noción de jerarquía individual (el hecho de que un individuo presente un conjunto de conductas, una jerarquía organizada de conductas que pueden caracterizarle) (p. 14).

Entonces la idiosincrasia de cada organismo es de suma importancia para el análisis conductual, y no como postula Laing al pensar que cada organismo, a pesar de tener sus propias idiosincrasias, solamente termina siendo un conjunto de sistemas físicos o químicos complejos (Laing, 1960). Incluso hace una referencia a la psicosis mencionando que con razón se llama loco a los que se consideran a si mismos como animales y se pregunta cómo es posible que no se considere loca una teoría que postula lo mismo (Laing, 1960). Me parece que más allá de la filosofía y cualquier pensamiento o respuesta que se pueda dar en los predios de la razón hay un supuesto básico y es que el hombre es un animal, a pesar de que esté dotado de espíritu, razón o un destino superior. Básicamente compartimos todas las características de los demás animales, independiente de la experiencia que tengamos de nosotros mismos o de los demás. Del mismo modo que la gallina sigue siendo ave aún cuando no vuele, el humano sigue siendo animal aun cuando razone.

A su vez, se hace necesario dejar de lado la concepción de animal que apunta a algo inferior, como algo poco digno de respeto o de consideración. Para poder entender a cabalidad y no malinterpretar la noción de organismo se necesita aclarar que cada animal tiene formas propias de adaptarse al ambiente y evitar perecer. Como los leones tienen garras y dientes los seres humanos tenemos una excepcional capacidad de aprendizaje, lo cual ha decantado en infancias largas y por lo tanto en un período exageradamente largo en el cual los padres deben cuidar al hijo. No me parece que alguna respuesta adaptativa sea “superior” a otra, ya que todas tienen el valor de la perpetuación de la especie en sí mismas.

Pareciera ser entonces que, si bien los “objetos de estudio” de las enfoques a los cuales adscriben los términos de organismo y ser-en-el-mundo son diametralmente distintos, estos conceptos guardan una relación implícita y en absoluto excluyente. También da la impresión de que muchas críticas y razones por las cuales el término “organismo” podría referirse a una variable pasiva, son fundadas en malas interpretaciones, ya sea por ignorancia o por falta de interés por comprender, irónicamente, a la teoría “rival”.

Referencias Bibliográficas.

- Bélanger, J. (1978). Imágenes y realidades del conductismo. Extraído el 1 de Junio de 2007 desde http://www.conducta.org/bibliografia/IyR_conductismo.htm.

- Laing, R. (1960). El Yo dividido (8ª ed). México: Fondo de Cultura Económica.



[1] Aún cuando “explicar” es parte de la tesis de la psicología conductista no es parte de los objetivos del conductismo, que refieren más bien describir, predecir y manipular (to control) la conducta. Usaré el término “explicar” para englobar estos conceptos (Bélanger, 1978).

[2] Pongo “objetos de estudio” entre comillas ya que en el pensamiento fenomenológico-existencial no hay tal, la persona nunca es “objeto”. A pesar de las trampas del lenguaje decidí dejarlo de esa manera, aunque hay aclarar que quizás exista un apelativo mejor para definir esto.

[3] “A primera vista el hecho de explicar la conducta por la conducta puede parecer circular, pero hay que entender que la explicación de una conducta X puede invocar una conducta Y anterior o ulterior, una historia de conductas, una jerarquía de conductas, una estructura de conductas, etc.” (Bélanger, 1978. p. 62)

miércoles, 18 de julio de 2007

Fenómeno Fotolog en Chile (resumen de la presentación)

Antes de empezar a escribir acerca del estudio en cuestión me parece importante aclarar que esta investigación fué desarrollada por Divergente, "organización dedicada a la innovación desde procesos de investigación e intervención en consultoría organizacional, diseño de interfases eficientes y desarrollo de experiencias de aprendizaje. Nuestro fin es dar soluciones reales a necesidades reales en forma precisa, liviana, rápida y cercana. Articulamos soluciones desde la acción utilizando como herramienta principal el Diseño Responsable" dicen ellos mismos.

Una vez hecha la respectiva introducción paso a hablar acerca del estudio en si. En esta entrega de la investigación, como dijo el psicólogo Miguel Arias, se centraron en las variables más cualitativas, a diferencia de la primera versión en donde fueron los datos cuantitativos, tales como porcentajes y proporciones de usuarios de fotolog existían en Chile.

Pareciera ser que existe un alza sostenida de miembros que se van sumando a la comunidad de fotolog.com en Chile, no utilizando otros servidores parecidos. De la totalidad de cuentas existentes en esa página el 34,4% pertenece a chilenos. Otro dato que se dió fué que de ese 34,4% la gran mayoría se encuentra en un rango etáreo de 12-17 años (60%), siguiéndole el rango de 18-29 (20%)... pero, sorprendentemente, existe un porcentaje no despreciable de 3% de usuarios chilenos menores de 12 años.

Se hizo hincapié en la transformación del consumidor de un receptor a un usuario activo que se motiva a alegar por su derecho a una buena atención, lo que se ejemplificó con la masivas quejas de los usuarios del fotolog.com cuando este cambió la interfaz y el sistema en general. Desde este punto de vista se comparó a la población adolescente de los años 1970 y 1980 con la generación actual del 2000-2010 desde un punto de vista del mercado. En los primeros se habló de un mercado dicotómico, una mirada local, con modelos dirigidos y mucho control... ¿alguien dijo dictadura militar por allí?... Por otra parte, la generación actual vive una segmentación del mercado (hay DEMASIADO de donde elegir), globalización, diversos modelos, rol de géneros emergentes y la información se administra y genera, muchas veces, desde el mismo usuario, no de un tercero ajeno.

El último punto mencionado es importante. Los usuarios, adolescentes, son los que administran la información en códigos especializados pero compartidos por ellos mismos. Estos códigos comunicacionales muchas veces no son comprendidos por gente de generaciones antiguas, que comparten sus propios códigos con generaciones anteriores. ¿Cómo se podría explicar entonces este nacimiento tan frecuente de significados que significan significantes tan diferentes en tan poco tiempo?... El avance tecnológico impulsivo que hemos vivido ultimamente trajo consigo un espacio en donde los jóvenes interactúan entre ellos, pero no con gente de generaciones anteriores para que los códigos se puedan traspasar exitosamente. De esta manera los padres que intentan de manera coercitiva entrometerse y obligar a los adolescentes desde códigos desactualizados no logran nada... rascan donde no pica. Se debe promover el entendimiento de estos nuevos códigos (como fotolog) en los padres y en los adultos para guiar y con-construir con los jóvenes su aprendizaje.

Para terminar con esta revisión a muy grandes rasgos de lo que fué la exposición mencionaré la existencia de un fotolog propio de la gente de Divergente que promueve lo que ellos llaman Publicidad Responsable. El sitio es www.fotolog.com/cuida_t. Recomiendo altamente que lo visiten para que puedan entender a lo que se refiere este término.

Para más información acerca del estudio visiten la página de
Divergente

Saludos.

martes, 17 de julio de 2007

Fenómeno Fotolog en Chile

Presentación del II Informe Fenómeno Fotolog en Chile

El día miércoles 18 de julio de 2007, a las 11:00 A. M, en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central de Chile, se presentará el II informe del estudio “El fenómeno Fotolog en Chile” desarrollado por la unidad Consultoría e Investigación de Divergente. S.A., actividad a cargo del psicólogo Miguel Arias Cerón, investigador responsable del estudio y académico de la Escuela de Psicología de esta Casa de Estudios. Los resultados del estudio serán analizados desde una perspectiva psicológica por el Director del Centro de Atención Psicológica y Estudios (CAPSE) de la Escuela de Psicología de la Universidad Central de Chile, psicólogo Jaime Yánez Galecio.

Los temas principales de este II informe son:

  • Adolescentes y nuevos códigos de interacción: perfil psicológico de los usuarios.
  • Usuarios chilenos lideran Fotolog.
  • Brecha generacional: padres que desconocen lo que hacen sus hijos en la red.
  • Riesgo y sobreexposición en la red.
  • Sexualidad y erotización precoz: una tendencia en aumento.
  • El boom de las adolescentes en Fotolog (feminización).
  • Usuarios como generadores y administradores de información.
  • Tribus Urbanas.
  • Nivel socioeconómico y fenómeno Fotolog.
  • Publicidad Responsable.
  • Lugares seguros y de riesgo han cambiado.
Dirección: Campus La Reina, Carlos Silva Vildósola 9783, La Reina

Me enteré hoy de esto... pero en cualquier caso mañana me tendrán acá escribiendo un pequeño resumen de mis impresiones acerca de la investigación.

Saludos

jueves, 12 de julio de 2007

Revisen!

Ayer, después de muchos meses, acuatlicé Noches en la Ciudad. Sin duda no es de mis mejores escritos, pero al menos es algo para salir del impasse creativo en el que he estado sumergido ultimamente. Como dicen por ahí "pesito a pesito, se llena el saquito".

Así que, por favor, si revisan este espacio pásense por http://urbisnoctum.blogspot.com

Saludos!

lunes, 18 de junio de 2007

Lo gruñón me sale por los poros.

En el intento de querer parecer interesante la moda ha hecho estragos a mi parecer (ahora tengo que recalcar todas las opiniones personales mías propias de mi en cada tontera que escribo, ya que por lo visto hiero varias susceptibilidades). El fotolog pone de su parte para aumentar de manera exponencial el narcisismo propio de la adolescencia y junto con este la fiebre de la mala poesía. ¿Por qué, oh por qué, digo que es mala poesía?, ¿acaso los jóvenes de hoy no deben explorar su self y expresar todo el sufrimiento y amor inconmesurado que están aprendiendo a sentir?... No quiero de manera alguna coartar la imaginación de nadie con mis opiniones (una vez más, mías propias de mi), pero estoy casi seguro que mucha gente coincidirá conmigo que es sumamente molesto estar leyendo un texto que tenga faltas básicas de ortografía.

En lo personal (y repito, personal de mi mismo) no me molestaría mayormente leer un texto con faltas de ortografía, si el texto fuera refrescantemente nuevo o utilizara de manera dinámica el lenguaje (que por cierto, alguien me dijo por ahí que el castellano, mal llamado "español", era la segunda o tercera lengua más difícil de hablar). ¡Demonios!, si por último la imagen que acompaña al texto no fuera una fotografía ególatra y narcisista para mostrarse uno mismo (por último salir acompañado tendría más sentido, creo yo. Y no, no estoy en contra del sin-sentido, por si algun intelectualoide quiere pasarse de listo conmigo) podría aceptar leer, básicamente, lo mismo que todos escriben con incluso faltas de ortografía.

¡PERO!, entre más vago (si, soy un vago virtual, es triste pero cierto) por el fotolog.com, fotolog.cl, fotloglosfkjg.tk o como sea, más veo fotos sin esa escencia que caracteriza las buenas imágenes, más leo textos que son iguales a los otros y más faltas de ortografía (básicas, repito) reconozco... y la verdad, ME TIENE CHATO.

martes, 12 de junio de 2007

Un pequeño pensamiento

Es sumamente común que la gente piense en la humanidad, o más puntualmente, en el hombre como un ser superior, como el homo sapiens-sapiens, que sabe-sabe, que re-sabe. El que tiene espíritu, razón, política, ciudades, teorías, ciencia, artefactos... pero lo cierto es que aún cuando la gallina no vuela sigue siendo ave. Aún cuando el humano razona, sigue siendo animal.

¿Es realmente tan difícil de entender?

Somos animales, y si vemos el telón de fondo, unos de los peores adaptados. Infancias y, por lo tanto, períodos de aprendizaje exageradamente largos; cuerpos débiles, sumamente frágiles contra enfermedades; bélicos, sin un real sentido de la autopreservación... Como escuché por ahí, el ser humano es un animal que si utliza mínimamente su cerebro puede aspirar a algo que no sea pura maldad.

¿A qué viene esto?

Viene a que estoy cansado de que se obvie lo obvio.

Saludos, mis queridos e inexistentes contertulios.

lunes, 11 de junio de 2007

Críticas del conductismo radical al conductismo metodológico.

"Es importante comprender que la tarea del conductismo no consiste en satisfacer las exigencias o responder a los criterios de una psicología mentalista. Criticar al conductismo porque el "pensamiento" no es una conducta o una relación S-O-R, porque la "conciencia" no es un tipo de respuesta, de estado fisiológico o de relación con el entorno, es como criticar a la geografía porque no sitúa ni describe a la Atlántida. Puede que la Atlántida haya existido en otro sitio además de la imaginación (¿y los textos?) de Platón. Es posible también que el pensamiento y la conciencia existan, tal y como los describe la psicología mentalista tradicional; pero su descripción no es ni tarea de la geografía ni de la psicología conductista."

Jean Bélanger

lunes, 7 de mayo de 2007

Fragmento de Saramago

"(...)En su gran mayoría los espías son profesionales, pertenecen a los servicios secretos, pero también los hay procedentes del voluntariado, patriotas aficionados del espionaje que se presentan por vocación de servicio, sin remuneración, palabras, todas éstas, que constan en la declaración juramentada que han firmado, o, y no son pocos los casos, también están los que se ofrecen por el morboso placer de la denuncia. El código genético de eso a lo que, sin pensar mucho, nos contentamos con llamar naturaleza humana, no se agota en la hélice orgánica del ácido desoxirribonucleico, o adn, tenemos mucho más que decirle y tiene mucho más que contarnos, pero ésa, hablando de forma figurada, es la espiral complementaria que todavía no conseguimos hacer salir del parvulario, pese a la multitud de psicólogos y analistas de las más diversas escuelas y calibres que se han dejado las uñas intentando abrir sus cerrojos. Estas científicas consideraciones, por muy valiosas que sean ya y por muy prospectivas que puedan serlo en el futuro, no nos debieran hacer olvidar las inquietantes realidades de hoy..."

"Ensayo sobre la Lucidez", José Saramago (traducido por Pilar del Río).

Un regalito para enjuagar la mente, como quién usa Plax para terminar de lavarse los dientes.

Decir más sería inocuo.

lunes, 23 de abril de 2007

La violencia académica en la batalla de los sexos.

La violencia es un círculo vicioso que nos atrapa, una red que se extiende en el tiempo desde hace muchos años atrás y que está arraigada en lo profundo de nuestro cerebro más primitivo. En su momento, las conductas violentas nos ayudaron a sobrevivir los duros primeros miles de años de la evolución humana, pero en el siglo XXI estas conductas primales son cada vez más inadaptantes, en especial al interior de la sociedad.

Por otra parte, hemos llegado a un punto en la historia en donde tanto hombres como mujeres aspiran a la “igualdad diferente”, es decir, a ser tratados de igual manera, al mismo tiempo que mantienen las diferencias que el género les proporciona.

El artículo “Género v/s Género” de Jiménez y Ojeda (2006) trata de esto. Los autores plantean la pregunta acerca de la identidad sexual, de la lucha para explicar el nacimiento del “género”, de si estamos determinados desde la biología o la cultura a ser los hombres de una manera y las mujeres de otra. A su vez, menciona a la psicología como disciplina clave para desentrañar el misterio de la configuración de los roles sexuales y cómo “el deseo y el placer encarnados en cada persona y la forma en que cursan biográficamente y buscan satisfacción no son nada de obvio” (Jiménez, J.P.; Ojeda, C. 2006). Al final, lo que intenta este texto es crear la pregunta para superar la intolerancia a la diversidad.

Por su parte, en el texto “Idea Médica de Persona” de Acuña, podemos destacar varias ideas útiles para el análisis posterior, como por ejemplo, la capacidad de ver en el paciente no a una persona que simplemente consulta para que la ayuden, no a un mero ente receptor, si no que a un receptor activo en la interacción con el terapeuta. El texto, a su vez, pone el acento en las relaciones inter y trans-personales como la base de un “encuentro ético/estético (que) tendría así un carácter configurador mutuo como resultado irrenunciable del encuentro personal genuino” (Acuña, J. 2006). Al final del texto, se propone la idea de que existe una conciencia errada del otro distinto, y es desde esta concepción despersonalizante que nace la dialéctica normalidad/anormalidad.

Por último, el texto en que más centraré el análisis, “Raíces y Razones de la Violencia: Cultura, Poder y Género”, de Marcela Cubillos (2006), trata acerca de la violencia masculina como método de coacción hacia la mujer, práctica que se mantendría en el tiempo por la visión de que “es algo natural”, visión compartida tanto por los hombres como por las mujeres.

Leyendo este texto resulta innegable aceptar que la cultura occidental está plagada de métodos coactivos violentos para mantener un supuesto orden. En este sentido, Cubillos atribuye la aceptación de estos métodos, entre otras razones, a:

“La paternidad que no logra constituirse más allá de la dimensión simbólica patriarcal, como falo significante de la capacidad genital, de la potencia de procrear, directamente vinculada a aspectos narcisísticos primitivos. Esta distorsión del yo masculino adulto genera enorme vulnerabilidad, por donde estos hombres se deslizan a un abismo de inseguridad yoica y son proclives a la furia por injuria narcisística. Es la posesión de la mujer, como dominio sobre un cuerpo – territorio, lo que los confirma en su identidad de género, confiriéndoles seguridad y valor.” (Cubillos, M. 2006, p. 445)

Este párrafo llamó mi atención, ya que al explicar la perpetuación de la violencia contra la mujer, muestra una visión del hombre bastante sesgada. Existiría una visión, a mi parecer, sumamente parcial y generalizada en los círculos académicos acerca de lo que cada género debe hacer y lo que debe dejar de hacer. En ella se plantea que la violencia es perpetrada por el hombre y transmitida por la mujer a sus hijos a través de conductas violentas hacia éstos, producto de la frustración que experimenta en la relación con el hombre. De esta manera se mantendría, a juicio de Cubillos, la cultura de la violencia (Cubillos, M. 2006). Sin embargo, creo que existen más razones, al menos en nuestra cultura moderna, por las cuales la violencia permanece en el tiempo como un modo “aceptable” de coacción.

Son estas diferencias entre los géneros, ya tatuadas en nuestra idiosincrasia occidental, las que imprimen sus prejuicios en todos los aspectos de la vida, marcando pautas de conductas como, por ejemplo, abrirle la puerta a la mujer o que se le pague más al hombre. Tomaré el texto de Cubillos para hablar un poco más de esta violencia, enfocándome en el “mundo académico”. Es importante reconocer que es normal y comprensible encontrar en los textos académicos prejuicios en cuanto al concepto de género, ya que por sobre nuestro título y rol profesional somos primero humanos y después hombres o mujeres. Sin embargo, a mi entender, no es algo que deberíamos pasar por alto, ya que cualquier prejuicio entorpece la “objetividad” de una investigación.

Es importante señalar que, basándonos en el supuesto de que lo que somos está circunscrito a nuestra corporalidad, entonces pertenecemos a la raza humana primero y después, independientemente de la idea de género que tengamos o nuestra orientación sexual, somos machos y hembras, con responsabilidades biológicas distintas, desde la más obvia en la que el hombre penetra y la mujer recibe.

Aún a pesar de estas diferencias, nuestra misma biología nos pone en la paradoja de la diferencia igualitaria, ya que si bien un alelo de un cromosoma nos diferencia, todos compartimos una herencia genética relativamente similar. Sin embargo, y partiendo del mismo evento que nos define como pertenecientes a la raza humana, nos vemos escindidos. Desde esta división natural nace la división artificial a la cual, culturalmente, ponemos de nombre “hombre” y “mujer”, inventando nuevos roles para cada uno, por ejemplo la caza y recolección en las sociedades más primitivas o la crianza de los niños y el sustento económico de la familia.

La violencia se vuelve un problema cuando el hombre comienza a crear su medio ambiente, el medio social. Al volverse éste cada vez más especializado, la violencia y las conductas agresivas que antes nos habían servido a los hombres para cazar, empiezan a manifestarse contra la propia comunidad y sus individuos. Esto me lleva a concordar con Cubillos al considerar a “la violencia como una realidad cotidiana” (Cubillos, M. 2006, p.404), lo que es algo bastante perturbador ya que la desvalorización del otro distinto altera la relación y así mismo la percepción del propio yo, poniendo en peligro la salud mental de las personas en muchos niveles (Acuña, J. 2006).

Como mencioné antes, incluso los círculos académicos y teóricos no pueden escapar de cientos de años de prejuicios cuidadosamente implantados en el imaginario colectivo acerca de la mujer y del hombre. Por ejemplo Freud postuló que las mujeres sentían envidia del pene, lo que es, a mi parecer, bastante violento, ya que se puede interpretar como que las mujeres no se aceptan como mujeres, y que se es mujer porque no se pudo ser hombre.

Esta violencia teórica se repite en el texto de Cubillos también, pero a la inversa. En “Raíces y Razones de la Violencia” se pone a la cultura patriarcal de occidente como razón y causa de los constantes abusos y agresiones contra la mujer, se habla de los hombres como seres que ven a las mujeres como simples objetos en los cuales pueden descargar su ira, humillación o degradación producidas en el mundo exterior a la relación de pareja (Cubillos, M. 2006). También se menciona que el mundo mestizo es una organización social nacida de la violación, y usando esta palabra, de por sí sumamente violenta y agresiva, deja de lado toda posibilidad de aculturación, que no significa falta de cultura o deterioro de la misma, si no más bien la adición (ad-culturación) de nuevos patrones de una cultura a otra, con la cual ha mantenido una relación estrecha y sostenida en el tiempo (Cuche, D. 1999). De esta manera se mantienen en el discurso académico ciertos niveles de agresión propias de la cultura en que vivimos, lo que se traduce en trabajos menos tolerantes de lo que quisiéramos, que a la postre mantienen el trato violento entre los géneros.

El problema, me parece, son los “grados” de violencia que aparecen en estos textos. Muchas veces, estas ideas acerca de la diferencia entre los géneros están tan arraigadas en nuestras creencias que es difícil detectarlas en los textos, pero sin duda son ideas falaces que debemos erradicar de cualquier tipo de argumentación seria.


Es importante destacar que la violencia es bidireccional, es decir, no solamente la mujer es víctima de conductas agresivas, sino que también el hombre, como pudimos notar en el texto de Cubillos, es violentado en las ciencias sociales. Esto me lleva a pensar que mientras las relaciones inter-géneros se sigan basando en una “batalla” por la igualdad, la intolerancia a la diversidad seguirá echando raíces en nuestra cultura y será cada vez más difícil desterrar estas falacias de nuestro vocabulario.

Referencias Bibliográficas.

- Acuña, J. (2006): “Idea Médica de Persona”, en Gaceta Universitaria, Junio 2006, Año 2, Vol. 2, Nº 2, pp. 142-143.

- Cubillos, M. (2006): “Raíces y Razones de la Violencia: Cultura, Poder y Género”, en Gaceta Universitaria, Diciembre 2006, Año 2, Vol. 2, Nº 4, pp. 439-450.

- Cuche, Denys (1999): “La noción de cultura en las ciencias sociales”. Nueva Visión. Buenos Aires.

- Jiménez, J.P; Ojeda, C. (2006): “Género v/s Género”, en Gaceta Universitaria, Diciembre 2006, Año 2, Vol. 2, Nº4, pp. 359-360.

N.d.A: Los textos pertenencientes a la revista Gace Universitaria pueden encontrarse de manera electrónica en Gaceta Universitaria.

domingo, 15 de abril de 2007

Neruda

"No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma."
Pablo Neruda.

Siempre he tenido sentimientos encontrados con Neruda. Nadie duda de su capacidad literaria, pero en lo personal no me gusta mucho su prosa, la encuentro en general sosa y es peor cuando la lee el mismo... pero no sé qué me picó hoy y de casualidad me topé con el Soneto XVII. Estaba escuchando música en el Winamp y sin previo aviso empieza a sonar un tema de Presuntos Implicados: Soneto XVII.

Me llamó profundamente la atención ese párrafo porque me sentí identificado. Nunca he pensado que el amor sea perfecto, hermoso y para siempre. Si pienso que, como una planta, tiene momentos en que florece y se marchita y vuelve a florecer, si se le riega y se le cuida. Y de esta manera el amor es algo oscuro, algo que no conocemos, que nos es imposible fingir, que se esconde (tan bien a veces).

Es difícil el amor y amar es igual de difícil. Y no me refiero solamente al amor de pareja, si no a todos los tipos de amor. Cuando no estás en tu casa por un tiempo recuerdas cuánto amas que tu mamá te lave la ropa, pero cuando estás ahí recuerdas que no amas tanto cuando te pregunta acerca del trabajo. La oscuridad del amor se extiende en todos los niveles de la vida, con tu pareja, con tus amigos, en los lugares que frecuentas, en la música que escuchas...

Así que yo amo como se aman ciertas cosas oscuras, secretamente, entre la sombra y el alma.

Los amo oscuramente, en secreto, desde la sombra.

domingo, 1 de abril de 2007

Quiero tantas cosas.

Quiero volver a ser niño para leer los mismos libros que leí... y agarrar muchos más y leerlos también.

Quiero llegar a viejo para releer los libros de mi niñez... y disfrutarlos tanto como los disfruté hace tiempo, con otro sentido.

Quiero vivir ahora mismo, dejar de lado los libros científicos y volver a encantarme con las novelas, los personajes entrañables, los hijos de puta, los buenos, los malos; salir y hablarle a mis amigos nunca de teorías, siempre de sucesos imaginarios imposibles.

Ahhh... ¡quiero tantas cosas, y tengo que esperar tanto para tenerlas!

martes, 27 de marzo de 2007

There's no reason why not to.

A veces me molesta que no se puedan traducir cosas como esta al español. Estoy escuchando una canción solamente por esa frase: "there's no reason why not to". Una traducción apropiada sería "no hay razón para no hacerlo", pero en español el "no hacerlo" se refiere a algo en específico, en inglés ese algo específico no existe en la frase.

El tema de esta reflexión no es realmente la poca compatibilidad de ser bilingüe al querer expresar algo (aunque Eco en "El Nombre de la Rosa" nos dejó a todos los que no tenemos idea de latín más que colgados y Cortázar en "Rayuela" con su maldita y hermosa manera de contar las cosas desordenadas y tal como suceden, en francés, inglés y castellano lo cierto es que muchos quedamos colgados), si no más bien la significación de la frase del título.

Muchas veces, más de las que me gustan, me preguntan "¿por qué haces tal o cual cosa?", y ahí va la explicación. Pero siempre pasa por mi mente la respuesta "porque puedo". La capacidad infinita de comportamientos frente a un sinfín de posibilidades es algo que siempre me ha sorprendido. Lo "triste", y nótese las comillas, es que estas infinitas posibilidades son limitadas por reglas y reglas que supuestamente son para preservar el orden social... ¡gracias a Dioxxx por la esfera privada!

Y una vez explicado todo lo anterior, realmente pregunto a los pocos y selectos lectores de este espacio: ¿hay realmente alguna razón para no hacerlo?...

No sé si expongo bien mi punto, quería escribir algo y no sabía qué escribir... pero este tema me pareció simpático... me invitó un par de tragos y contó unos chistes re buenos.

Hasta la próxima noche libre y ociosa que tenga.

miércoles, 28 de febrero de 2007

De la Política...

Acabo de leer algo que me gustaría compartir con los pocos que leen este nuevo blog (si, ya sé que publicar 3 cosas en un solo día es como exagerado, pero está tan bueno que no me contengo).

"El peor analfabeto es el analfabeto político. Él no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. Él no sabe que el costo de vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales. Bertolt Brecht"

Veamos que se opina por acá...

Cáncer Paranoide.

¿Se han fijado como día a día aparece en las noticias que se ha descubierto un nuevo tipo de cáncer?. Pareciera que los periodistas y médicos están coludidos para arrastrar al populacho como nosotros a un estado paranoide colectivo.

Primero eran los cigarros, con esa conspicua advertencia "El tabaco puede producir Cáncer - Ministerio de Salud, Chile", frasesita tan común para los asiduos a quemar esta yerba de color café se ha ido transformando gracias a nuestro queridísimo sistema legal (por lo visto no tiene nada mejor que hacer ya que la delincuencia casi no existe y las cárceles están vacías) que se le ocurrió aprobar la nueva Ley del Tabaco. Por esta ley nuestra queridísima frase, oculta en un lado de la cajetilla, se ha transformado en un caballero de como 70+ años con una traqueotomía situado en la parte de enfrente de la cajetilla, un mensaje bastante preocupante ("¡CUIDADO! ESTOS CIGARRILLOS TE ESTÁN MATANDO, Ministerio de Salud Chile") al reverso y, por si no fuera poco, rematan diciendo "El humo de cada cigarrillo que tu fumas contiene, entre otros productos tóxicos: alquitrán, producto que te provoca cáncer. Nicotina, producto que te hace adcito. Monóxido de carbono, gas tóxico igual al que emana de los tubos de escape. Arsénico, químico utilizado como veneno para ratas" en un costado. Yo creo que bastaba el caballero para saber que la tontera hace mal.

El problema real es que esto no para aquí. Hace unos años supimos que los ingredientes de ciertos alimentos que estaban en negrita lo están por ser CANCERÍGENOS, osease, que pueden producir cáncer. Cuál no sería mi sorpresa al saber que la Coca-Cola, esa bebida milagrosa que tus papás te hacen tomar cuando estás enfermo de la guata, esa botella de 2 litros que suele visitar la mesa del almuerzo dominical, aquél néctar con que algunos crean su piscola de siempre, tiene como 4 ingredientes en negrita!!!. Listo, ¡ahora no me compro más Coca-Cola, po!

Y ya, estas son cosas de las que podemos prescindir. Pasamos muchísimos años sin tabaco y sin Coca-Cola y sin otras de las tantas tonteras que a diario comemos pero que, les aseguro, tienen algún ingrediente en negrita. Pero por si acaso, y para asegurarse que nadie quede fuera de esta paranoia colectiva, empezamos las vacaciones, ese tiempo de relajo y playa, diciendo que EL SOL PUEDE PRODUCIR CÁNCER!!.

¿Así cómo, mis queridos contertulios?... ¡¿Cómo?!

Resultado de este cortísimo e improductivo pensamiento: VIVIR PUEDE PRODUCIR CÁNCER, PUERTA DE ATLANTIS, CHILE.

¿Moral o no moral?

El otro día (hace como un año jajaja) estábamos con mis hermanos de la U discutiendo acerca de muchas cosas, y una de ellas era acerca del superhombre y de la moral en la post-modernidad, dado el supuesto de que en realidad ésta si exista y no sea simplemente un momento hipercrítico de la misma modernidad, como asegura Giddens. Me pareció bastante interesante el tema y si no hubiéramos tenido que seguir estudiando lo más probable es que hubiéramos llegado a alguna conclusión divertida y suficientemente difusa para que todos quedáramos contentos.

Pero como ellos no están aquí y supongo que este es un espacio para la opinión entonces presentaré lo que yo pienso (lo que NO significa que sea la verdad universal, si no que simplemente es MI verdad y YO funciono desde ella) acerca de las reglas morales y del mismo concepto de bien y mal en la post-modernidad.

Ha llamado mi atención ciertos trabajos de Gilles Lipovetsky en los cuales habla de una decisión importante en cuánto cultura occidental. La moral ha ido en decadencia, cediendo terreno al narcisismo exagerado y al egocentrismo individualista propio de la post-modernidad. El gran problema, me parece, es que seguimos todavía pensando en una idea casi romántica del bien y el mal, en donde a la gente “buena” eventualmente le pasan cosas buenas y a la gente “mala” le llega su merecido, lo que a la larga nos lleva a su vez a aferrarnos a las leyes morales para dictar lo que es bueno y lo que es malo. La moral entonces choca con esta visión seductora y narcisista de la post-modernidad, en donde todos los estímulos ambientales urbanos nos condicionan a pensar en nuestra propia comodidad, creando necesidades que, irónicamente, no son necesarias, y provocando el tan trabajado "desanclaje" de Giddens.

Me parece que, sin ánimos de ofender a los fieles seguidores de cualquier religión, pensar en un castigo casi divino (porque digámoslo, ¡el esperar que algo malo le pase a quien hace maldades sólo por el hecho de cometerlas raya en el pensamiento mágico!) no es muy consecuente con una manera científica de ver el mundo (ya sea positivista, neopositivista o sistémica). Y si no habrá un castigo ulterior a aquél que hace maldades… entonces, ¿Qué sentido tiene la moral?... me parece que vivimos en una cultura bastante individualista, en donde los métodos de autocoacción están bastante internalizados. El problema son los sujetos fuera de la regla, que no respetan al otro diferente… pero esto lo harían con o sin pautas morales que seguir.

Supongo que lo que realmente quiero decir es que los bordes que definían antes el bien y el mal se han ido borrando a medida que nos volvemos cada vez más individualistas. Y si vivimos en una sociedad en donde la comunidad vale menos que un pedazo de mierda, entonces ¿cuál es la utilidad de la moral? Pienso que deberíamos olvidar ese viejo concepto y empezar a trabajar en uno nuevo, el cual pueda representar nuestra gran necesidad de un orden social, un método de control social que pueda ser llevado a todos los estratos socioeconómicos del país y que represente a su vez el “zeigest” en el que estamos inmersos, no en uno que ya ha muerto y está dando sus últimos respiros moribundos.

martes, 27 de febrero de 2007

¿Qué onda?

¿Que tiene de incorrecto pasar por la vida de una manera fácil?. ¿Por qué siempre se valora lo difícil, lo doloroso, el sacrificio?. A mi me parece que es un tema puramente cultural y, la verdad de las cosas, personal e irreprochable. Y ya veo un argumento del tipo "esforzarse es difícil", pero en lo personal creo que el esfuerzo es algo que ayuda al crecimiento personal, independiente de si es fácil o difícil. Puede ser que lo divertido sea desordenar la pieza y después volverla a ordenar.... o mejor aún, llegar a la casa y que te hayan ordenado la pieza. :P

domingo, 25 de febrero de 2007

Los sabores de los meses

He estado pegado en frente del computador con casi 30º celsius derritiendo cada buena idea que se aventura a pasar por mi cabeza tratando de decidir acerca de qué escribiré en mi primera entrega... y de pronto lo he decidido!.

Muchos se preguntarán por el título del texto, pero cuando vayamos avanzando se darñan cuenta que no podría ser otro. Señores, les tengo una noticia de total irrelevancia: los meses tienen sabor. Claro que si, con cada mes que vivimos nos encontramos con ciertos elementos que si faltaran no serían lo mismo. Y no me refiero solamente al sabor, si no a muchos otros estímulos que definen la misma época, como olores, sensaciones, actividades... Todas estas cosas que nos hacen decir: "si, es tal mes", o "ya estaba tocando"... o hasta "no!, no otra vez!". Claramente estas situaciones nos permiten tener una suerte de seguridad frente al paso del tiempo, pero en esto ya me adentraré más adelante.

El más claro ejemplo de lo que estoy diciendo ocurre cuando llega el mes de Septiembre en Chile. El "Mes de la Patria" le llamamos, como si Chile hubiera pagado los derechos sobre este mes. Septiembre sabe a empanada de pino y huele definitivamente a papel higiénico. Díganme, ¿quién no come empanadas este mes?, ¿quién no va a una fonda y se toma al menos un trago de vino?... A pesar de estar hasta el cogote de entregas en la universidad, esperando el aguinaldo, cagándose de frío en las mañanas y muriendo de calor en las tardes sin saber que cresta ponerse cuando uno se viste, siempre se encuentra el momento para su asadito con los amigotes.

Pero septiembre no es todo color de carne asada. Siempre nos acompaña nuestro querídismo amigo el polen, o para los que viven por Macul con Grecia en nuestro adorado Santiago, los entrañables Plátanos Orientales. Y para qué mencionar siquiera ese vientecillo endemoniado que pareciera reírse a carcajadas de nuestros incontrolables estornudos y las narices rojas abundantes en Paseo Huérfanos. ¡Quizás alguien debería hacer un estudio comparativo en las compras de pañuelos desechables y rollos de papel higiénico y probablemente se llevaría una sorpresa cuando mirara septiembre!

Otro ejemplo de que los meses tienen características propias, casi como un ser vivo, está en los meses de vacaciones. No importa tanto si sea verano o invierno, el cine siempre es una buena opción (mayormente porque el aire acondicionado es bastante agradable y porque cuando llueve no hay mayor cosa que hacer excepto quedarse en la casa viendo malos programas de TV, leyendo o estudiando), y con cine siempre se empareja las inevitables cabritas y su bebida poca. Entonces estos meses saben dulce y tiene un olor dulzón que te envuelve... a veces es empalagoso!.

Ahora que ya he explicado la parte de los sabores, olores; de las características de los meses, procedo a explicar por qué nos dan cierto sentido de seguridad. A veces el tiempo parece relativo, hay momentos en que parece que un mes se hace eterno, a veces parece que te dieron un trabajo hace muy poco y ya tienes la entrega encima y no has hecho nada. Cuando estas cosas suceden tenemos la sensación de que el tiempo en realidad no es algo medible, no es algo de lo que podamos estar seguros... es como si pudiéramos saltar entre "espacios", sin tocar el "suelo" del tiempo (jo, parece que Einstein se está apoderandod de mi en este momento). Y por esto mismo a veces las características propias de los meses sirven como ancla para no desaparecer, volando como en el "Principito" entre planeta y planeta, para agarrarse de alguna parte... respirar hondo, acordarse de los olores, sentir en la piel el mes...

Me queda solamente una cosa por decir: aprovechemos los meses... pasan y no vuelven. Si bien son circulares (y podríamos tomar las ideas Nietzscheanas conr especto a esto), cada uno tiene variaciones infinitas que nos hacen disfrutarlos, sufrirlos, acariciarlos, de manera diferente cada vez que se presentan, como amantes distintas, como un vaso de merlot, de cabernet, de pinot. Tomemos el tiempo como una botella de vino, disfrutemos su cuerpo, su olor y su textura sabiendo que ese sorbo, esa copa, nunca jamás se repetirá. Es el encanto de ser humano.

sábado, 24 de febrero de 2007

Bienvenido... ¿deseas atravesar?

Bueno, después de más de un año con mi blog "Noches en la Ciudad", una especie de novela pseudo Cortazariana con influencias de Hesse y Nietzsche, habiendo publicado varios de mis "trabajos" literarios en http://lupinogris.blogspot.com/ y siguiendo escribiendo tonteras en mi www.fotolog.com/javomalaspulgas he decidido finalmente empezar un nuevo blog, ahora para seguir el camino que había tomado hace tiempo ya mi fotolog: escribir acerca de casi cualquier cosa con un tinte intelectualoide que los más ociosos al estilo griego sin duda disfrutarán.

Claramente el nombre del blog tiene que ver con esto: Puertas de Atlantis. Siento que este nombre es adecuado ya que simboliza de alguna manera la entrada a un Reino perdido hace ya mucho tiempo, hundido en las más profundas aguas de la post-modernidad, de la entretención rápida y automática, la diversión del no-pensamiento (de la que, confieso, soy fanático). Pero si navegamos en el Nautillus de la inteligencia, la razón y la lógica (y además, un poquito de aburrimiento) podemos alcanzar este Reino, pero primero debemos pasar a través de las Puertas... y espero que este blog sea ese "paso a través", de la diversión sin pensamiento a la entretención "clásica" (¡oh, por Dios!... Maese Federico N. se acaba de revolcar en su tumba... ¡disculpa maestro!). *N.d.A: a ver si alguien entiende el chiste de lo "clásico" con Federico...*

En otro punto, y dejando de lado las presentaciones, para los amantes de "Noches en la Ciudad", no dejaré de escribir allí, solamente que ahora podrán disfrutar de las historias de él y de mis pensamientos más bizarros y en "pahta" que puedan leer.

Para los que visitan mi flog, por otro lado, les tengo malas noticias. La verdad de las cosas es que me tiene algo aburrido ese sistema... quizás siga subiendo fotos, pero lo que escribía allí será traspasado a este blog para conseguir una continuidad en el pensamiento. ¿Por qué?, pues porque estoy cansado de los posts que son resultado de la falta de comprensión de lectura y del simple "oh q linda la foto". Pero no os preocupéis, ya que probablemente diga que no lo voy a seguir, pero las malas costumbres son difíciles de arrancar...

Para ir cerrando ya este tema introductorio solamente me queda decir: ¡Bienvenidos, viajeros!... Atlantis los espera con mujeres bellas, cantinas rebosantes de hidromiel y, lo mejor de todo, entretención para todos los gustos!